sábado, 26 de marzo de 2011

El paisaje cultural arquitectónico canario como atractivo turístico

De 'Lanzarote, arquitectura inédita'
Publico hoy la parte segunda de la ponencia presentada por Juan del Río Ayala y Juan Márquez Peñate ante la I Asamblea de Municipios Turísticos de la provincia de Las Palmas (1967). Al igual que lo sucedido con el patrimonio arqueológico, la gestión del patrimonio arquitectónico es una asignatura pendiente en la que se han dado casos espectaculares de destrucción impune por parte de quienes tenían que velar por la conservación de este patrimonio que, también, es susceptible de convertirse en el principal recurso turístico de un territorio, tal como ha sucedido con la ciudad de La Laguna tras la obtención de la categoría de Patrimonio de la Humanidad concedida por la Unesco.
Es de resaltar que no se ha realizado la propuesta de desarrollar un estudio que definiera el 'estilo canario', si bien, gracias a la obra de César Manrique 'Lanzarote, arquitectura inédita', descubrimos el valor extraordinario que cada isla -con su singularidad- podía aportar a ese compendio de arquitecturas que conforman la arquitectura canaria. existiendo otros trabajos anteriores que recoge un interesante artículo de la revista Rincones del Atlántico (2004), aunque al tratarse de un artículo y no de un trabajo con objetivo de exahustividad, no aparece referencia a algunos libros como:


Transcribo literalmente la ponencia 'Los monumentos arquitectónicos'.
"Entendemos por tales todas aquellas construcciones, o edificaciones, en las que, a través de los tiempos, el hombre se ha recreado de manera artística dejando en ellas parte de su alma y la impronta del gusto de una época, completada por la pátina del paso de los siglos y el sentido histórico que tuvieron. Según esto no sólo caen en este concepto los templos, los edificios oficiales, los palacios, sino aquellas simples casas que bien sea en sus frontispicios, en sus patios o en sus interiores, denoten algunas de las condiciones expuestas.
Las Islas Canarias y principalmente esta de Gran Canaria, han sufrido, al igual que sus poblaciones, una serie estimable de aportaciones arquitectónicas que, a su vez, han sido profundamente modificadas in situ, o combinadas entre sí para dar como resultado de un estilo, o estilos peculiares, que conocemos o intuimos, pero que ni hemos definido ni analizado.
Desde el estilo Isabel, aportado por los conquistadores en el siglo XV, que aquí se despoja espectacularmente de la exuberancia de sus finos y alicatados adornos para reducirse a sus líneas básicas de manera pobre y ascética, pasando por el subsiguiente plateresco y el barroco, introducido por los jesuitas, que también reciben importantes modificaciones, hasta el neoclásico que priva a finales del XVIII y principios de XIX, sin olvidar las estimables aportaciones moriscas, han dado lugar a una variada gama de ‘especímens’ que, en general, incluimos en lo que llamamos ‘Estilo colonial Canario’. Por ello, es necesario estudiar estas formas arquitecturales y los diferentes estilos que en ellas han intervenido con las modificaciones sufridas en nuestro país, porque malamente se puede defender lo que no se conoce de forma terminante y específica.
Tras el estudio, la catalogación, en la que es necesario incluir iglesias, conventos, palacios, casas y todas las demás manifestaciones artístico-históricas existentes en las expresadas edificaciones, reuniendo en pequeños museos locales cuanto se encuentre disperso y en vías de desaparición. El patrimonio artístico no es exclusividad de una clase ni de una casta, ni las personas, ya sean naturales o jurídicas, que los posean merecen otro concepto que el de meros depositarios de los mismos, con todos los deberes y responsabilidades inherentes ate la sociedad de la cual salieron en un tiempo y en el seno de la cual tienen que permanecer.
Ciertos pueblos de la provincia de Las Palmas, de los cuales están casi todos incluidos en los calificados municipios turísticos –y si no lo están convendría señalarlos a los efectos de esta ponencia- conservan una característica y una pátina histórica y ambiental de otras épocas, ya sea en la totalidad de su casco urbano o en barrios del mismo. Estos casos vienen tipificados, por ejemplo, por la villa de Agüimes en Gran Canaria, el barrio de Vegueta en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y el de San Francisco en la de Telde, etc.
Con respecto a ellos es necesario imbuir, no sólo a los ayuntamientos que los rigen, sino a sus propios vecinos, de la absoluta necesidad del mayor respeto a estos aspectos sin que puedan prevalecer razones de urbanismo, de ‘snobismo’ y aún de confortable higiene, porque para lo primero, solares y terrenos tienen todos los pueblos para establecer zonas urbanas enteramente modernas donde caben todas las apetencias progresistas y en cuanto a lo segundo, compatibles con todos los adelantos de confort e higiene en los interiores, respetando el carácter de los exteriores o disimulándolos hábilmente bajo los mismos. Sabido es que en muchas ciudades europeas de viejo abolengo (Venecia, Brujas, Florencia, bastantes barrios de París, entre otras), no sólo los edificios, sino hasta los pavimentos de las calles y cualquier piedra, constituyen verdaderos ‘tabús’ y que en nuestra patria es todo un ejemplo de sensibilidad las sabias ordenanzas municipales del Ayuntamiento de Barcelona sobre la conservación del maravilloso barrio gótico.
Por ello, la ponencia plantea como conclusiones las siguientes propuestas:


  • Propugnamos la creación de una comisión asesorada por la persona que idóneamente represente en la provincia a la Dirección General de Bellas Artes y con la inclusión de miembros del Colegio de Arquitectos, de la Universidad Internacional de Canarias y del Patronato de la Casa de Colón, en el campo de la defensa y conservación del patrimonio histórico artístico.
  • Solicitar del Colegio de Arquitectos una declaración sobre el llamado vagamente estilo colonial canario, una exacta definición del mismo con señalamiento de los motivos estilísticos que lo integran y la fijación de los arquetipos ejemplares.
  • Que por la comisión que se propugna se proceda a la catalogación de monumentos y obras de arte de cualquier índole existentes en la provincia y principalmente en los municipios declarados turísticos, ya sea en templos, edificios oficiales y casas particulares.
  • Que la misma comisión haga un estudio de la llamada pátina histórico-artística de los pueblos, los eleve al conocimiento de la Dirección General de Bellas Artes y de la de Educación Popular de Ministerio de Información y Turismo e inste a los ayuntamientos respectivos a redactar y aprobar unas ordenanzas municipales encaminadas a su estricta conservación.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, tenemos grandes excelencias que mostrar, y de las que sentirnos orgullosos como pueblo.
    Para mí que hay falta de autoestima y conciecia.
    Yo me crié con amor por todo lo que mis raices representan y por mi tierra, sin menospreciar a nadie. Pero si nosotros no abogamos por lo nuestro, no podemos pedir que otros lo hagan.
    Nuestro patrimonio histórico y cultural, merecen nuestro apoyo, y respeto.

    Gracias por tu compromiso.

    Ángeles Artiles

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  2. Hola Ángeles. Gracias a ti por tus palabras y tu apoyo.
    Míchel

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