domingo, 29 de mayo de 2011

Extraños en el paraíso

Hamacas en Playa del Inglés.

He comentado en varias ocasiones que el turismo en Canarias -en particular en Gran Canaria- toma un carácter de movimiento social que propicia el consenso colectivo para destinar hacia esta actividad los escasos recursos disponibles por los grancanarios en los inicios del siglo veinte. Unos recursos limitados por la pobreza de un país atrasado y por una organización administrativa que frenaba el desarrollo de los grancanarios (y de las demás islas) por la egoísta e insolidaria administración de la provincia única de Canarias.
Sin embargo, los profetas del turismo en la isla canariona consiguieron convencer y concienciar a los distintos sectores de la sociedad de la importancia que podría tener el turismo para el desarrollo de esta Isla, en particular gracias a Néstor Martín Fernández de la Torre y sus proyectos en torno al tipismo transversal; Francisco González Díaz, primer y sus artículos movilizadores (publicados en el libro Cultura y Turismo); el agitador Domingo Doreste (Fray Lesco), con sus ocurrentes descripciones turísticas (continente en miniatura, el Dedo de Dios...) y su impulso al estilo canario a través de artistas e intelectuales de la Escuela Luján Pérez... y otras muchas adhesiones, como la del inigualable Pancho Guerra.
Por el contrario, el éxito, el milagro turístico canario no trajo para los grancanarios todos los beneficios esperados, o por lo menos, no han sido los beneficiarios directos del uso de los recursos de un entorno que es el hábitat, el hogar -reducido y limitado- que es su isla.
Según resumen, acertadamente, los autores del libro 'El turismo en Canarias. San Bartolomé de Tirajana' (Ezequiel Guerra, Magaly Miranda y Rubén Naranjo. Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. 1998): "Pese a que la población local se ve favorecida por las nuevas infraestructuras, equipamientos y servicios que se procura a la industria turística, el canario no deja de sentirse a veces extraño y marginado en su propia tierra. Las dificultades para conseguir un apartamento en una zona turística en determinadas épocas del año; la ocupación de playas por hamacas y demás equipamientos turísticos; la proliferación de cartelería en lengua extranjera; y el hecho de que buena parte de los negocios y puestos de trabajo de más responsabilidad sean propiedad de extranjeros, provocan sentimientos de rechazo hacia el turista, al que a veces se le considera un usurpador".
Y así es, se trata de usurpadores que implantan modelos de negocio que no tienen nada que ver con nuestro entorno y que hacen que el destino canario se asemeje a cualquier otro destino del mercado planetario de turismo de masas. Una situación que lleva al canario a la falta de identificación y de complicidad con el sector para que el turista disfrute de una experiencia plena y positiva.
Pero se ha llegado a más, a la discriminación y rechazo del isleño dentro del sector turístico, con excesos que van desde el pago muy por encima del coste para el extranjero de los alojamientos, o el peyorativo mote de 'rusos' para los canarios que acuden las zonas costeras de su isla para disfrutar de sus días de descanso o vacaciones.
Durante años, se ha profundizado en el divorcio entre los residentes y el sector turístico, lo que ha reducido un porcentaje importante del negocio turístico que, además, reporta un importante consumo local (restaurantes, visitas, compras...) como es el turista local. Nos vamos a países rarísimos a buscar turistas cuando no cuidamos y potenciamos (educamos) el turismo local. Pero, así somos... Preferimos a los hooligans británicos (por citar un ejemplo de macarras que vienen atraídos por los bajísimos precios de las borracheras sin cuartel) en vez de garantizar un porcentaje de ocupación con residentes canarios. Unos isleños a los que las empresas turísticas han convertido en extraños en su propio paraíso.

7 comentarios:

  1. Querido Míchel. Me gustó mucho tu artículo. Me gustaría comentarte que hay un turismo en Canarias que pasa desapercibido, que se organiza sólo y que descubrirás (redescubrirás, más bien) cuando hagan otra fiesta (como las que suelen hacer) muy cerca de tu casa. Ese día te llamaré para que vayas.
    P.D. "Hooligans" y no "Holligans".
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Lo bueno que tiene esto de las tecnologías de la información y la comunicación es que se publica y se corrige sobre la marcha. Ya está cambiado lo de los hooligans... Lo de la fiesta de turismo interior autóctono y autónomo, ya me avisarás...
    ;-)

    ResponderEliminar
  3. No, lo he explicado mal, fatal. No es autóctono. Es extranjero, pero te sorprenderá su auto-organización y sus peculiares gustos y su nivel de gasto... ya te avisaré...
    El viernes saludé a tu señora en Teror y le mandé recuerdos...

    ResponderEliminar
  4. Por cierto, en la última fiesta en Las Labradoras actuaron Ottar "mano grande" Johansen (http://www.youtube.com/watch?v=S8n3_b8YUys) y Terje Tysland (http://www.youtube.com/watch?v=eJMgLj5hUrM)
    Como eres un melómano, seguro que te gusta...

    ResponderEliminar
  5. Pues ya me avisarás-contarás... Interesante iniciativa...

    ResponderEliminar
  6. Buenas noches,
    soy empresario turistico, extrahotelero.
    Me gustaria dar mi opinion sobre el rechazo al turista canario.
    Nada nos gustaria mas que poder atender al cliente residente, pero se da el caso de que los canarios (en general) somos malos clientes, no somos respetuosos con lo que solicitamos-alquilamos-pagamos.
    Es un tema "requetehablado" pero lo diré una vez mas.
    Cuando un extranjero (en general) viene de vacaciones, compra su billete para x personas y alquila su apartamento-villa para el mismo numero de personas. El canario, no. Y lo dejo ahí.
    El extranjero (en general) rompe por mal uso algo y lo repone, el canario lo camufla.
    El extranjero consume la luz necesaria, el canario gasta la que puede.
    Podriamos continuar con mas ejemplos.
    Aclarar que (en general) excluyo a los britanicos del comportamiento normalmente respetuoso de los extranjeros.
    Mis peores clientes son los britanicos y canarios.
    Es una pena, nuestro mejor cliente podriamos ser nosotros mismos pero ... no lo somos ...
    Supongo que tambien habrá empresarios que dan un producto diferente (calidad/precio) al residente.
    Una pena¡¡¡
    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Hola Anónimo
    Como en todos sitios, habrá personas que se porten educadamente y otros que no. En el caso de los canarios, es sabido nuestro carácter, mezcla de diferentes culturas y de muchos siglos de atraso colonial (hasta hace muy poco éramos la Comunidad con mayor tasa de analfabetismo e incluso, uno de los últimos reductos de enfermedades tan características del atraso como la lepra). Pero bueno, quizás es cuestión de que entre todos pongamos algo para remediar y cambiar este signo o sambenito que tenemos que arrastrar. Lo cierto es que no contribuye en nada para ese cambio el que sólo se acepten canarios en los puentes de temporada baja con precios que no son tan favorables; como último recurso para obtener unos ingresos extra. Y, el canario puede ser maleducado (algunos) o acudir en tropel a ocupar un apartamento de dos camas con una guagua de amigos y familiares, que no dudo que se haga... Pero también es consciente de que le están cobrando más de lo que se le cobra a un extranjero por el mismo concepto, por lo que se excede perjudicando al conjunto de la sociedad,
    Lo que sí le pediría que no generalizara, que se tenga en cuenta los numerosos canarios educados, buenos pagadores y consumidores a los que muchos establecimientos miman como clientes asiduos. Un ejemplo de relación que debería estimularse para contagiar a otros sectores de la población canaria... si bien también creo que este es un tema que deberíamos profundizar con afán constructivo, para intentar conseguir un acuerdo que nos permita trabajar para que el canario se convierta en uno de los clientes más importantes de nuestro sector turístico, lo que evitaría la descapitalización de las Islas y garantizaría importantes recursos de un público fidelizado y comprometido con el turismo.

    ResponderEliminar

Tu opinión nos interesa...