viernes, 9 de noviembre de 2012

El grito que libera la tierra

Ejemplar de la primera edición.
Acudí el pasado jueves a la presentación de la segunda edición del libro 'Antología Cercada' (la Cercada, por méritos propios). Una reedición que sorprende, nuevamente, por su contenido, compromiso y valor. Una obra que marcó el inicio de una nueva poética en España, comprometida con la sociedad, con la libertad y con la calidad literaria. Pero sorprende aún más el hecho de que la primera edición tuviera lugar hace 65 años. En plena dictadura y censura absolutas, la cual evitaron al no sobrepasar el número de páginas y de tirada de ejemplares que la burocracia había establecido para que las publicaciones tuvieran que ser remitidas a Madrid para pasar el filtro de los censores. Aún así, tras la distribución hubo denuncia e interrogatorios a varios de los autores, en un proceso que no llegó a juicio pero que a día de hoy sigue sin sobreseerse.

Ventura Doreste (Premio Canarias) fue el artífice de la Cercada, acompañado en la poética por Agustín y José María Millares Sall (Premios Canarias), Pedro Lezcano (Premio Canarias) y Ángel Johan. Cada autor tenía un retrato cuyos autores fueron Manolo y Juan Luis Millares Sall, Magdalena Cantero, Vinicio Marcos y Elvireta Escobio.

Vuelvo a reiterar aquí que esta obra debió reeditarla el Gobierno de Canarias, hace mucho tiempo. Pero está claro que los consejeros, viceconsejeros, directores generales y asesores de ediciones están muy liados pensando en cómo montar el Día de las Letras Canarias con criterios cambiantes y antojadizos (desastrosos, por decirlo de forma educada) para justificar sus salarios que pagamos todos los contribuyentes. La razón de que tendría que ser una obra emblemática de Canarias es la calidad reconocida fuera de las Islas, empezando por Vicente Aleixandre, por ejemplo; o porque no hay libro en nuestra historia que reúna tanto genio literario y artístico.

No voy a entrar en las intervenciones: lecturas de poemas por parte de los hijos y nietos de los autores, el editor, Alejandro Duque Amusco, el coordinador de la obra y autor del estudio crítico, Nicolás Guerra, o del propio consejero insular de Cultura, Luis Larry Álvarez. Todas las intervenciones estuvieron a un nivel extraordinario, tanto en la forma como en el fondo, convirtiéndose en un reconocimiento a unos artistas que, además, defendieron la libertad y su compromiso social con todas sus fuerzas y medios.

Lo que sí quiero comentar es que -aunque sólo pude ver al público de la sala principal, ya que el aforo obligó a que parte de los asistentes pudieran ver el acto en una sala en la planta baja con una pantalla-, me sorprendió la representación política en el acto: el consejero de Cultura, el alcalde capitalino, Juan José Cardona, y el expresidente insular, José Macías, todos ellos del Partido Popular. De hecho, los sorprendente fue la ausencia de representación del Gobierno de Canarias (deben estar muy ocupados intentando gestionar las miserias presupuestarias para Cultura) o de políticos de otros partidos, aunque no quedaría muy bien que Saavedra, Olarte o Román se presentaran en el acto para reconocer su ignominia con estos autores y este libro. Tan sólo reconocer la presencia de la ex consejera insular de Cultura por el PSOE, Luz Caballero.

Pero bueno, lo importante es que esta obra está disponible con un texto esclarecedor. Aunque también lo pueden descargar del portal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: Memoria digital de Canarias.

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