jueves, 9 de abril de 2015

La fiesta del Pino y su atractivo turístico

Cartel de las Jornadas.
Las XI Jornadas de Patrimonio y Cultura  (ver programa y nota de prensa) que organiza el Ayuntamiento de Teror estarán dedicadas en su edición de este año a la vinculación de la fiesta popular con el turismo, dado que se celebra el 50 aniversario de la declaración del Pino como Fiestas de Interés Turístico.

El programa de actividades que se va a desarrollar cuenta con mi colaboración y la de otros destacados terorenses como el imprescindible Cronista Oficial de la Villa, José Luis Yánez, el combatiente gestor cultural, Fernando Suárez, los concejales de Cultura, Sabina Estévez, y de Turismo, Santiago Ojeda, junto a la técnica municipal de Cultura, Obdulia Domínguez. Asimismo, además de la estrecha implicación del Ayuntamiento, está la complicidad (colaboración) del Cabildo grancanario, Donuts, Aguas de Teror, Hecansa, Binter... Y con los primeros pasos de la implicación del Cuerpo Consular y las diferentes comunidades residentes en la isla.

El programa elaborado para estos días arranca el viernes 10 de abril con la inauguración de tres exposiciones (“Yo tuve un tío en América. De Santa María de Guía a Wall Street” -enriquecida con un grupo de imágenes de Osorio que no se exhibieron en Las Palmas de Gran Canaria ni en Santa María de Guía-, las imágenes del concurso fotográfico “Descubre otro Teror” y una muestra de la obra de Carlos Guillermo Domínguez). El lunes 13 arrancarán las Jornadas con un programa repleto de conferencias, talleres, conciertos y proyecciones.

El sábado 18 empezará una nueva aventura con la celebración del I Encuentro intercultural y solidario, con la participación de grancanarios cuyos padres, abuelos o ellos mismos provienen de otros países y comunidades. Gentes que conviven con los grancanarios y residen en la isla aportando aquellas singularidades y aspectos positivos de sus culturas. La idea es que sea una fiesta de tipismo intercultural, en la línea de las propuestas lanzadas por Néstor Martín Fernández de la Torre (la boda canaria) y Néstor Álamo (encargado de dar forma a la romería del Pino hace unos sesenta años), uniendo la vestimenta tradicional o recreada con la música popular como lenguaje de la comunidad y a la vez universal. En este caso lo religioso permanece silente, para dar paso a la comunicación y diálogo entre culturas diferentes pero que desean convivir en paz en esta isla como ejemplo para el mundo.

No olvidemos que estas fiestas cumplen este año su primer medio siglo desde que se declararan de Interés Turístico por el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne. Acontecimiento que merece la pena recordarse y dar un nuevo impulso. ¿Te animas?

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