jueves, 9 de junio de 2011

Turistas con e-coli

No son pepinos, es la bacteria
Es curioso, Alemania incuba una alerta sanitaria muy grave que ya ha provocado 25 muertes y en Canarias o cualquier otro punto del planeta los alemanes transitan por el planeta como Pedro por su casa. Incluso los EEUU, cuyos agentes de aduanas e inmigración te pueden hacer sentir la mayor humillación de tu vida, consideran que el brote infeccioso es un asunto europeo que difícilmente cruzará el Atlántico.
La conclusión que se puede sacar de esta experiencia -el inicio de la infección- es que los alemanes son una raza superior (y perdonen por el chiste fácil, no quiero ni deseo recordar tristes episodios de la historia de la humanidad) porque si el brote se hubiera producido en un país del 'tercer mundo' las medidas habrían sido muy distintas contra sus habitantes.
Pero, además, los alemanes han dicho disparates y han hundido la economía de regiones y países (como la producción hortofrutícola española y, en especial, la del pepino) y se han saltado los protocolos existentes, sin que nadie dimita ni se le pida el cese inmediato, ya que por sus declaraciones le produce a su país pérdidas de cientos de millones de euros en indemnizaciones a España y otros países, pero es que a estos países los ha hundido en la miseria (incluso algún político ha sufrido el lapsus de decir que las producciones son norteafricanas... Un ejemplo de lo traicionero que es el subconsciente).
En definitiva, todos nos estamos tomando muy a la ligera esta situación, mucho más grave que la crisis de la gripe A en la que crearon una alarma social global y gastaron millonadas en vacunas que se pudren, mientras que todavía no sabemos qué es lo que está produciendo este brote epidémico en uno de los países más desarrollados del planeta.
No es por alarmar, pero esto es un cachondeo...

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