viernes, 8 de julio de 2011

El año que cambió el turismo que llega a Gran Canaria

Aeropuerto grancanario
El título puede chocarnos y hasta preocuparnos, pero es la realidad. Un taxista o un guagüero es la primera persona de la Isla que contacta con el turista y, también, la última. Es el que abre la puerta del destino de unas vacaciones deseadas y en las que el turista ha puesto enormes expectativas, pero también es el último acompañante desde el lugar de vacaciones hasta el aeropuerto. La persona que le despide. Y… ¿qué hacemos para que estas personas logren que el turista tenga una primera y última impresión grata y que les deje un recuerdo que les invite a volver? Como dicen los expertos en gastronomía, un buen postre te endulza una mala comida, pero un mal postre te puede amargar un excelente banquete…

Este aspecto, tan evidente es una de las advertencias lanzadas por la consultora especializada en turismo, Cristina del Río Freisen, durante su conferencia en la Universidad de Verano de Maspalomas, dentro del curso Re-Crear el turismo en Canarias. 50 años del Concurso Internacional de Ideas Maspalomas Costa Canaria.

Cristina del Río realizó una minuciosa radiografía del turista que viene a Gran Canaria, su evolución y transformación (profunda y sorprendente) en los últimos quince años, así como anticipó algunas de las claves que podrían darse en los próximos años.

Una cuestión fundamental (en Gran Canaria, no en otras islas) es el aumento del turismo nórdico (daneses, suecos y noruegos), lo que ha permitido incrementar el gasto medio por turista, así como ha propiciado que se mantenga una estancia media en la isla de unos once días por turista, gracias a éstos y a los germánicos. Sin embargo, también se ha producido un enorme aumento de la estacionalidad, quedando los meses de verano con una demanda muy reducida y, a juicio de la especialista, con la necesidad de replantearse si vale la pena mantener abiertos los establecimientos a pérdida o para competir en precios con los establecimientos de la isla y perjudicarse unos a otros. Cristina del Río aboga por buscar otras actividades como la rehabilitación o incluso plantearse otros usos para parte de la planta alojativa, mediante una decisión unilateral o pactada entre los empresarios del sector.

El turista llegado en 2010 se divide en una tarta casi a partes iguales entre nórdicos, germánicos y angloparlantes, con el resto repartido entre holandeses, españoles y otros. Dos años antes, los nórdicos se habían convertido en uno de los grupos de visitantes menos significativos en un proceso decadente de más de quince años, cuando había sido el principal tipo de turistas que llegaba a Gran Canaria desde los años cincuenta hasta casi finales del siglo veinte.

Además de este sorprentende y drástico cambio, explicó que más del 60% son funcionarios o empresarios y ejecutivos, de edad superior a los 40 años y mayoritariamente en parejas, (sólo el 19% viene con hijos por la falta de atractivo del destino para turismo familiar y las transformaciones de la sociedad: “cada vez hay menos padres con muchos hijos y más hijos con muchos padres”).

Otro aspecto destacado es que Gran Canaria es el principal destino en el mundo donde se produce el mayor grado de fidelización del turista, con porcentajes de reincidencia de tres veces en más del setenta por ciento, con un altísimo porcentaje que repite muchas más veces. Lo cual confirma que están a gusto con su destino y lo recomiendan a sus amigos y familiares. De hecho, el nivel de satisfacción supera el 80% (entre los que consideran como buena y muy buena su experiencia vacacional), el mayor índice en España. ¿Y qué es lo que piden?: buen tiempo, playas cuidadas y descanso. ¿Qué es lo que consideran que falta?: una oferta más atractiva de ocio complementario y dedicada a la familia.

Sobre el futuro, los cambios enormes producidos en los últimos años seguirán, así como se asoma una gran transformación del tipo de visitantes según se vaya transformando la pirámide poblacional de los países emisores, donde la población de más de cincuenta años va a suponer el principal cliente… Según estas estimaciones.

Por su parte, el catedrático Carmel León explicó las características del negocio turístico y la necesidad de apostar por la competitividad y la sostenibilidad. León insistió en que el cincuenta aniversario de Maspalomas Costa Canaria indica que muchas de las inversiones realizadas en este destino hace años que fueron amortizadas y que precisan de una profunda transformación. No basta con cambiar muebles, arreglar la piscina o poner un jacuzzi… Hay que reconvertir y apostar por los productos que demanda el cambiante negocio de esta industria.

El ponente resaltó que “Si hiciéramos el símil con otros países, si Canarias fuera independiente, figuraría entre los veinte primeros países del mundo en visitas y negocio turístico”. Si bien también destacó los malos datos económicos (paro, principalmente) y la baja productividad de los trabajadores isleños, por lo que insistió en la necesidad de apostar por la innovación.

Asimismo, comentó las dificultades que está teniendo el sector con las normativas y la gran presión poblacional residencial, frente al mito de que es la presión turística sobre el territorio la que está provocando graves distorsiones.

Tras estas intervenciones se celebró un coloquio en el que participaron también el director de Edei Consultores, Fernando Sáenz, quien criticó duramente la “militarización” de la ordenación territorial, “a golpe de Boletín Oficial y no mediante el diálogo y escuchando a los interlocutores del sector y a los empresarios”. Sáenz recordó que estamos ante una realidad que nos sitúa como uno de los nodos más importantes del turismo en el planeta, pero planteó evitar la ‘pepebenaventización’ populachera y mediocre del destino. También señaló que estas actuaciones sobre el sector turístico lo dejan encallado o encanallado, al estar todos a la espera de ver si sube la cifra de pasajeros o de precios para volver a mantener la senda anterior “cuando la realidad es que ya nunca podremos volver al mismo sitio porque todo ha cambiado profundamente”.

Por último, intervino la profesora Margaret Hart, quien resaltó que tras cincuenta años seguimos con el mismo producto, que es el paquete turístico como si no nos enteráramos de que estamos en la era de las comunicaciones. “Pasamos gracias al turismo en muy poco tiempo del tercer al primer mundo y tenemos un buen producto, pero ¿lo controlamos? ¿Tenemos su rentabilidad?... Hart retomó el símil de los cincuenta años para señalar que un hombre o mujer de cincuenta años ya tiene que trabajar más sus encantos para volver a enamorar. Pero se puede, así como instó a plantear todo desde actitudes positivas y “dejar de ser una hora menos para ser una hora más, así como no rechazar que seamos españoles o europeos, ya que tenemos que ser algo…”

Uno de los asistentes al curso planteó por qué no asistían empresarios turísticos a las conferencias o los colquios…

2 comentarios:

  1. Gracias Michel, has hecho un excelente resumen de la sesión del jueves.
    Espero que esta sea la primera piedra para que la Universidad de Verano incluya al turismo como una materia permanente dentro de su programación.
    Un abrazo,

    Cristina

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  2. Hola Cristina
    Gracias a ti por tu excelente presentación y por tu generosidad, ya que habrás notado que perdí el primer folio de mis notas e intenté suplirlo con un poco de memoria que me queda.
    Y sí, se confirma que va a ser materia permanente. Ya hablaremos...
    Salud

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