domingo, 1 de febrero de 2015

Más turistas o más turismo (casi balance de una legislatura)

Pabellón de Canarias en Fitur (Nacho González)
Finalizan cuatro años de legislatura. Un periodo en el que hemos visto la obsesión por decir que llegaban más turistas, olvidando que se debía conseguir asentar y profundizar el negocio turístico. De ahí que el balance oficial que se hace en el sector turístico es el de lo han hecho maravillosamente. O dicho de otra manera: éxito de ocupación con cifras indiscutibles y categóricas que son confirmadas por cualquier empresario del sector. Unas cantidades de récord que comenzaron a crecer y crecer (tras el profundo agujero que crecía y crecía sin que nadie se atribuyera el fracaso por su 'maravillosa' gestión), desde que en 2009 se hizo peligroso viajar a los países árabes. Pero también, la caída del turismo, tenía su origen en los problemas económicos de los países emisores. Los elementos que se habían conjurado para la crisis perfecta del turismo en Canarias se echaron a un lado por la reducción de destinos seguros y atractivos para los europeos. Y, así, durante este tiempo, hemos vivido de prestado y con vértigo por la situación económica, la nube de cenizas volcánicas de Islandia, la pérdida del mercado nacional por la crisis galopante y el encarecimiento de los vuelos (en este país resulta más barato a un peninsular ir al Caribe que a Canarias gracias a nuestra brillante clase política), o los atentados que alimentan la psicosis del terrorismo islámico, de los conflictos sociales, religiosos y políticos que se han convertido en el pánico nuestro de cada día.

La incertidumbre y pérdida de confianza es general. Todo lo que era 'normal' ha perdido la lógica y ahora no hay seguridad en el sistema financiero. Los precios del oro o del petróleo varían sin fundamento. Pero todo ha sido orquestado por unos 'lobos' que han corrompido gobiernos (o han sido nombrados por los propios gobernantes) vendiendo sin control productos subprime o preferentes que pudren el desarrollo de nuestras sociedades a pesar del esfuerzo que realizamos para sostener costosísimos aparatos administrativos que persiguen implacablemente hasta el mínimo céntimo del ciudadano de a pie pero no vigilan a las organizaciones más peligrosas y poderosas. De ahí que, en ese ambiente de pánico económico y social, el turismo se ha convertido en la última trinchera de nuestra economía, El turismo ha permitido captar rentas y actividad económica pero no todo ha sido 'maravilloso' al no impulsar el empleo aunque también es cierto que no ha sufrido la pérdida de puestos de trabajo tan devastadora como el sector de la construcción. De ahí que el Gobierno intentara impulsar el sector de la construcción con su plan de modernización de la planta alojativa, lo que a su vez constata el fracaso de las políticas de renovación impulsadas desde hace 15 años con la Ley de moratoria. Una norma que ha tenido la luz de frenar despropósitos y la oscuridad de provocar la pérdida por muerte natural de parte de la oferta alojativa. Un parque de alojamientos que sigue sufriendo un envejecimiento galopante próximo al alzehimer por la gran dependencia e influencia en la imagen de destino a olvidar que se aprecia en muchos puntos del territorio insular.

Durante estos cuatro años también hemos disfrutado de varios factores positivos para el turismo en Gran Canaria, gracias al acierto de calidad alcanzado en el entorno de Meloneras y la mejora de las principales vías de Playa del Inglés que lucen una imagen totalmente renovada y más atractiva para el turista de a pie, gracias a un Consorcio que estuvo a punto de ser cancelado hace cuatro años por la desidia durante la anterior legislatura. Obras que han coincidido con un periodo de acontecimientos de impacto internacional como han sido la celebración del medio siglo de Maspalomas Costa Canaria, con el reconocimiento de la Organización Mundial del Turismo al celebrar en este destino el Día Mundial del Turismo, y el esfuerzo por consolidar en Maspalomas un espacio para debatir y profundizar acerca del turismo y su futuro con los agentes implicados y el ámbito universitario, académico y de investigación en el Foro Internacional.

Acciones que contribuyen a dar realce a un destino cuyo éxito se asienta en el sol y playa (que son gratis y nadie paga por su uso), en lo saludable de nuestro clima (también regalado en el paquete), en el ambiente de tolerancia y respeto intercultural o de diversidad, como es el caso exitoso del turismo LGTB (con la exitosa iniciativa de participar en el corner del sector en Fitur), y de otros productos -aunque con menos incidencia-que son fruto del esfuerzo de las empresas. Aunque todo apunta a que seguiremos con estos productos para una clientela cada año más envejecida que demuestra que lejos de captar más turismo familiar Gran Canaria se consolida en el espacio de los adultos. Y es que no se cree ni se piensa en otros tipos de turistas salvo excepciones como las iniciativas del empresario alemán afincado en Tenerife, Kiessling, que supondrán un profundo cambio (con retraso y con una apuesta por lo seguro y ya probado en otros lugares) con el acuario y el Siam Park de Maspalomas, una instalación que los propios dueños de Loro Parque reconocen que va a tener un duro competidor en el parque temático que tiene Gran Canaria y que además es gratuito: Maspalomas con su sol y playa...

Sin embargo, poco se ha movido el sector empresarial de esta isla para remar juntos y superar las limitaciones y debilidades del destino, evitar la división en la negociación con los operadores, y buscar la necesaria potenciación más allá del sol y playa en un destino que tiene muchas posibilidades de desarrollo de actividades de negocio para un destino que puede enorgullecerse de poder tener actividad todo el año. Un empresariado que se conforma con un papel secundario en la promoción turística, al dejar en manos de las instituciones todo el protagonismo y diseño de las campañas.

El turismo depende de ti. Curiosa campaña...

Unas campañas que no pasarán a la historia del éxito de nuestro destino (aunque han tenido mucha más sensatez que las de legislaturas anteriores). Un dinero público que se ha gastado para vender nuestro destino con las siguientes claves:

  • El mejor clima del mundo: sabemos el por qué pero no el para qué, que sería el verdadero motivo de esa campaña si se hubiera planteado con criterio.
  • Latitud de vida (ahora vinculada a vielveabrillar): interesante metáfora que no lleva a ningún sitio y menos podrá tener una traslación de interés para otros países al traducir este concepto.
  • El viaje ilustrado (onthedrav): iniciativa con ilustradores con un resultado desigual, pero que ha supuesto a los ilustradores canarios una decepción (sobre todo cuando Cultura ha desmantelado toda su actividad)
  • Saca tus vacaciones del armario: frase compleja que no permite identificar a Canarias o Maspalomas como principal destino mundial para el turismo gay.
  • Brillo terapeutas: una campaña nuevamente confusa y dirigida a los profesionales del turismo, pero la verdadera necesidad en estos momentos es conseguir concienciar y hacer pedagogía con la población.
  • holaislascanarias: que no es la web de la revista Hola, sino un portal que ha costado 900.000 euros y que no es la web 3.0 que anunciara alegremente la anterior consejera de Turismo, pero que en un par de años ya quedará obsoleta.
  • Para rematar, la campaña del Cabildo grancanario con el lema 'El turismo depende de tí' (ver video en Youtube) nos muestra al nativo salvaje que asalta con cara desencajada al turista en un arrebato de creatividad psicodélica.
Stand de Gran Canaria (infografía)

Dos maneras de ver la promoción turística, la del Gobierno y la del Cabildo que se ha materializado durante estos cuatro años en los desencuentros institucionales y en la representación del divorcio de las promociones en ferias como Fitur. Aunque el verdadero problema que ha traído de cabeza al turismo en la isla ha sido la ley que impide construir hoteles que no sean de cinco estrellas en suelo programado. Una decisión que impone a Gran Canaria el mayor perjuicio y cuya revisión anunciada para finales de 2014 se postergó en un claro desacato y discriminación contra los grancanarios. Un desprecio similar al que el Gobierno de España ha mostrado contra los canarios con la supresión del descuento de tasas aeroportuarias (hasta que la crisis del aeropuerto de Barajas supuso el cambio en los argumentos y de criterio del Ministerio de Fomento. El mismo que privatiza el ente público de Aeropuertos Nacionales en una decisión que deja a Canarias al margen de la gestión de los aeropuertos del Archipiélago.

Así que sólo nos queda esperar que tras las elecciones haya una evolución, un nuevo paso en la mejora de la gestión del turismo en la que se profundice en la necesidad de potenciar el turismo y no el número de turistas; que se asesoren con expertos que puedan dar una visión profesional a quienes desde la política o desde la casualidad han accedido a los cargos de gestión turística; y, sobre todo, a que se haga realidad ese mensaje de apostar por empresas canarias en las acciones de nuestras instituciones, ya que en el caso del turismo no se explica que sean empresas foráneas las que metan la pata por desconocimiento. Ya nos bastamos nosotros para equivocarnos y por menos dinero.

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